No solo nos llenaron de comida sino que era un micro super cómodo. Sin contar que venía vacío y no había niños jodiendo alrededor.
Durante todo el recorrido (donde no estuve durmiendo) me preguntaba: ¡¿Esto esta pasando de verdad?! Si. Está pasando. Es verdad y más vale que arranques a vivir como se debe.
Esa es la sensación mas inmensa que me habita estos días... Esta clase de FELICIDAD y PLENITUD debiera experimentarla todo el mundo. Me siento agradecida con la vida por esto... y salir de Buenos Aires (ciudad que amo y odio al mismo tiempo) enseguida me llena de plenitud.
Que jodido vivimos en Baires, que oprimida me siento en esa ciudad. Apenitas salir y empezas a ver campo, pueblos, ciudades... el aire se te mete en los pulmones y todo toma otra dimensión.
Alegría, es bajarse de un micro, después de 20hs y respirar profundamente aire puro. Sentir como el clima humano cambia. Como el paraíso se mezcla con la tierra.
Irme de Baires para mi, es llegar a casa.
...I have a dream...
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