miércoles, 11 de septiembre de 2013

Carpe Diem #75

No me va hacer entradas triunfales. Soy mas bien de las que disfrutan los nervios de esperar llegar al otro. Esa bocanada de aire que llena los pulmones cuando cruza la puerta y se desarman todos los pre-conceptos e ideas supuestas que venias hilvanando...

Cuando los acontecimientos se amontonan luego de un período de apatía, todo se vuelve mucho mas relevante. Una charla, una llamada, un abrazo, una salida, un beso.

Tantas cosas que se mezclan en mi cabeza loca. Cómo si no me bastara con mi propia máquina formal de enquilombarme la vida, aparece el resto del universo a ponerme a prueba.

"¿En todo eso estabas pensando sentada ahí a su lado?" y SI. La respuesta es sí. Pensaba en él, en su vida, en lo diferente que somos y tenemos. En que uno puede adaptarse a cualquier cosa aunque crea y diga que no.

Y a quien le importa si tenes conflictos que yo no puedo solucionar, ni quiero...
Si un lunes cualquiera podes estar tomando café con alguien que te sofoca las ideas... o podes cenar con una ensoñación de primavera y recuperar un poco la esperanza... aunque sea por un rato.

Carpe diem, gente... carpe diem. Aunque sea lo más difícil que hagas. Aunque te dejes un poco de la dignidad y el sentido común. Aunque te juegue en contra dentro de un tiempo. Carpe diem.
Cambiar un poco la estrategia para despertar las neuronas y revivir.
Des-ahogarse. Respirar de nuevo. Respirarte. Carpe diem.

Por que no me queda nada mas que el día de hoy. Porque hoy es eterno y único. Especial e irrepetible. Hoy es el día que hace tanto esperas.

Y no hay que pensar mucho más... quien sabe mañana que pueda suceder.



... (como que estoy esperando que pase algo inesperado) ...



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