
oh! maravillosos amores de colectivo... efímeros enamoramientos... romances fugaces
Hoy tuve un día feliz... -seamos sinceros, la semana empezó bastante arriba- y la nota de la facu hoy termino por coronar mi felicidad. Saber que mañana voy a hacer algo por y para mí, me hace feliz.
Pero hoy aaaaaaaah (suspiro) ... salí de la facultad con mi querida Furcia... y entre charla y charla tratábamos de buscarle alguna explicación a lo que no la tiene y queríamos comprender todos los misterios masculinos...
Nos despedimos en la Lacroze y Alvarez Thomas... La rutina nos carcome, like Pinky and the Brain todas las noches la misma situación... Pero OH! hoy hubo una variable... un simple cambio de horario...
El 63 estaba a medio llenar... y al subir me dispuse a ir hacia el fondo... un asiento junto a la puerta prometía bocanadas de frío polar cada vez que esta se abriera. No me importo...
Vos... subiste unas paradas después... tenias tu altura kilométrica, tu pelo castaño claro y ojos marrones.. expresión seria, cara de atormentado... Llevabas puesto lo auriculares.. y la verdad que no te vi hasta que llegaste a ocupar el asiento contiguo al de la chica que estaba a mi lado.
Me llamo la atención que me miraste fija y de manera alevosa. Me pregunté si tal vez nos conocíamos de otro lugar. No mirabas de reojo, ni siquiera disimulabas mirar otra cosa... No no no, te girabas y me mirabas directo a los ojos... Buscando algo en mi mirada.. Yo -que vengo muy segura de mi misma- te mire con la misma alevosía.
Un asiento justo adelante tuyo se desocupo y se cambiaste de lugar... Y otra vez (ahora mas brutalmente) volteando a mirarme.
¿Sería que tenía algo malo? ¿algo incorrecto? ¿un mancha d birome en la nariz? No. Nada de eso. Era mirada directo a los ojos. Fija y penetrante.
Llego el momento crucial. Te paraste demasiado pronto para bajarte del colectivo... te pusiste de espaldas a mi, cruzaste tu mochila y tocaste timbre. Y volteaste a mirarme otra vez. No había ni una pizca de disimulo en tu actitud. Y no me quedo otra cosa mas que inhibirme. Te mire cuanto pude.. pero tus ojos eran tan persuasivos que yo ya no sabía que hacer con esa mirada...
Finalmente bajaste... y yo gire para ver para que lado ibas a caminar.. Pero no apareciste.... El colectivo arranco y ahí estabas... De pie, en donde te habías bajado, mirándome... No pude evitar sonreírme, mientras el colectivo se alejaba. Y lo primero que pensé fue: "Ojalá pueda volver a encontrarte por acá alguna que otra noche".
Tenías cara de Mariano... pero quien sabe...
...(mientras en mi mente, se alborotan recuerdos de esa noche)...